La ciudad se preparó para recibir a la prestigiosa Guía Michelín y a su gala anual, durante la cual se hace oficial la nueva lista de restaurantes poseedores de las estrellas en sus tres categorías.
Puntuales para la ocasión pues había que pasar ciertos controles debido a las nuevas normas impuestas por la Generalidad, a las 18, 45 llegaba al Palau de Les Arts acompañado por mi buen amigo y compañero en el programa Gastro Cope, Vicente Gil.
Una vez pasado ese control, nos encontramos con los bodegueros Antonio Sarrión, Pepe Mendoza y Pablo Calatayud, ellos eran los responsables de algunos de los vinos que se servirían durante la cena, junto a ellos Cristina Figueira y Paco Cano responsables y propietarios del restaurante El Xato de la Nuncia (Alicante), poseedores de una estrella Michelín.
De camino al auditórium nos cruzamos con los hermanos Torres; Javier y Sergio, propietarios del restaurante Dos Cielos (Barcelona), poseedores de dos Estrellas Michelín. Durante una buena larga temporada, su programa de cocina Torres en la Cocina fue uno de los programas culinarios más seguidos por la audiencia.
Con puntualidad teutónica, y anunciado por el reloj Blancpain (uno de los patrocinadores del acto), comenzaba la gala con la irrupción de Ana Milán, presentadora de la gala. Hay que reconocer que hemos ganado, y Michelín ha preferido elegirla a ella en vez de a la mediocre actriz Cayetana Guillen Cuervo, responsable de la última edición. Cayetana siempre ha contado con el aval de sus padres, Fernando Guillén y Gemma Cuervo, actores consagrados en la escena y cine español; sin éste aval, es posible que su carrera cinematógrafa no hubiera superado ni el papel de pastorcita en la obra del jardín de infancia en su niñez.
Ana, vestida de blanco nuclear y con estrellas que lo decoraban, destacó por su gran elegancia y presencia en el escenario en todo momento. Siempre en tono de humor, recordando sus actuaciones en el Club de la Comedía, Ana cumplió con alta nota toda la presentación del evento.
La primera en intervenir fue la presidenta de Michelín España, Mª Paz Robina, quién remarcó el interés de la casa en mantener su compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del planeta.
El único que de verdad hizo un desglose de nuestra agricultura, de nuestra pesca, de nuestra ganadería y de la importancia de ambas en la hostelería de la Comunidad, fue Toni Gaspar, Presidente de la Diputación de Valencia.
Pasamos a las entregas de la Estrellas Verdes, aquellas en las que la sostenibilidad y el KM 0, está muy presente en su cocina.
Destaco la que le fue otorgada al restaurante Lera, en Castro Verde de Campo, donde Luis Alberto destaca por la gran concienciación hace de estos principios.
Luego llegó el momento más esperado, pues las Nuevas Estrellas, son donde mas expectativas se suele crear.
Este año hay que reconocer que la Comunidad ha sido muy reconocida, sobre todo la ciudad de Valencia, donde Lienzo, Kaido Sushi Bar y Fierro han incorporado las Estrella Roja a la puerta del restaurante. También Sagunto fue premiada con una Estrella en el restaurante Arrels. La sorpresa (al menos para mi) fue Atalaya, en la localidad de Alcocebre (Castellón), por lo que cuando abran en Febrero, me acercaré sin falta a conocerlos.
Tengo que alegrarme doblemente pues tanto a Vicky Sevilla como a Mª José Martínez fueron mi elección hace unos años en Madrid Fusión a “Cocinero Revelación” y que pasado un tiempo, relativamente corto les otorguen la Estrella es un aval para mi y mis elecciones. También lo fueron en su momento, Ricard Camarena, Rafa Soler o José Manuel Miguel, todos ellos con Estrellas en la puerta de su restaurante. Solo falta que se la den a Vicente Patiño porque merecida, la tiene muy merecida.
Por fin llegó la Estrella Roja para Lera, por lo que Luis Alberto fue uno de los grandes triunfadores de la noche.
La lista de las demás estrellas la podrás encontrar en esta web www.lavanguardia.com

El acto más esperado es si la nómina de los Tres Estrellas se amplia o se queda tal como está. Pues en esta edición se queda como estaba el año pasado, y nuestro buen amigo Andoni Luis Aduriz sigue con la segunda estrella. Este caso me recuerda al simpático Camilo José Cela que cuando le dieron el Nobel de Literatura, no le habían dado el Premio Cervantes, y dijo en su socarronería característica “En los EEUU es tan popular matar a los Kennedy, como no darme el Cervantes a mi”.
Hay que reconocer que la Guía Michelín sigue rodeada de ese obscurantismo por el cual sus inspectores apenas se les reconoce, lo cual nos parece justo y honrado. Lo que siempre hemos cuestionado es las pocas explicaciones de por qué se dan o por qué se pierden. Esas cuestiones siguen siendo secreto de alto estado.
En fin, una gala más con sus luces y sus sombras. Pero una crítica a los asistentes a la gala, cuando en el código se pone Gala, hay que asistir los hombre con smoking y las mujeres con traje largo. Fueron muy pocos los que cumplieron con este requisito. Y me sorprendió la poca elegancia que ofrecen los jóvenes cocineros, vestidos de manera informal y en algunos casos estrafalaria, si ellos quieren que vayamos elegantes a sus restaurantes, ellos tienen que ser los primeros en irlo.

PEDRO MOCHOLÍ, GASTRÓNOMO DE LAMARQUESA MAGAZINE.

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